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Discurso

Palabras del Presidente Petro en la posesión de los embajadores de Ecuador, Portugal, Jamaica, Trinidad y Tobago y República Dominicana

Foto: Cristian Garavito Cruz - Presidencia

Presidente Gustavo Petro en la posesión de embajadores en la Casa de Nariño

Bogotá, 12 de abril de 2023.

Embajadores y embajadoras; embajadoras y embajadores pensionados; embajador ante la República portuguesa, José Fernando Bautista Quintero y su hijo Julián, por aquí presente; embajadora de Colombia ante el Gobierno de Ecuador, Maria Antonia Velazco Guerrero, su esposo José, su hijo Jaime y su distinguida familia, toda presente -llenó con la familia el recinto (risas)-; embajador de Colombia ante el Gobierno de la República Dominicana, Darío Villamizar Herrera y su compañera Ángela, -Ángela, ¿cómo estás?-; embajadora de Colombia ante el Gobierno de Jamaica, Emiliana Lucia Bernard Stephenson, su esposo Ismael y su sobrina Greta -¿dónde está Greta, Ismael?-; embajador de Colombia ante el Gobierno de Trinidad y Tobago, William Bush, sus sobrinas Alice Nicole y Jam -¿dónde estaba?-; distinguidas familias y amigos invitados de los posesionados, funcionarios del Gobierno Nacional, secretario General del Ministerio de Relaciones Exteriores, José Antonio Salazar; y, en general, a todas las personas que aquí nos acompañan.

Prácticamente estamos ya cerrando el ciclo de nombramientos de Embajadores. Quedan muy pocos por nombrar. Siempre tienen un trámite que tiene que ver con el beneplácito de otros países y, obviamente, como Gobierno delegamos siempre a un Embajador, que antes que nada es el representante de toda la Nación, pero hay unos objetivos del Gobierno respecto a cada uno de estos países ante los cuales ustedes nos van a representar.

De Portugal, estuve hablando con el Presidente, con el Primer Ministro, no hace mucho en la reunión Iberoamericana en República Dominicana. Yo creo que el acercamiento de Portugal a Colombia es fundamental, es clave, y sobre todo en un terreno que quisiéramos profundizar.

De alguna manera las fuerzas económicas de la República de Portugal han logrado entender muy bien el tema de la transición energética. Seguro que son expertos en turismo y, en esa transición energética, varias empresas portuguesas hoy golpean la puerta con proyectos concretos, incluso en procesos ya de construcción. En Colombia ya hay una empresa, creo que se llama EDF, que está aquí también queriendo construir generación de energías limpias.

La experiencia básicamente en eólica, en solar, y, ojo, en hidrógeno verde. En eso deben competir con franceses, con alemanes. Pero esos tres objetivos son clave para Colombia. La normatividad colombiana ha afinado en mucho el desarrollo de las energías limpias; en eso estamos haciendo un esfuerzo, digamos, parte de nuestro querer -en temas de la Política General de Servicios Públicos en Colombia- tiene que ver con abrir las posibilidades en las energías limpias en el país.

Ayer se nombró Gerente Presidente de Ecopetrol. Ecopetrol debe ser un socio fundamental sobre todo en el tema hidrógeno verde. No podemos perder tiempo.

Europa necesita hidrógeno verde y nosotros necesitamos cambiar nuestra matriz de exportaciones. Y la misión fundamental suya, José Fernando (Bautista), es lograr una alianza estratégica entre las empresas portuguesas y Ecopetrol, para el desarrollo a una más amplia escala posible del hidrógeno verde, en primer lugar y, en general, de la energía eólica y solar que se ubica, antes que nada, en La Guajira, Cesar y el Magdalena. Ojalá las comunidades Wayúu puedan entendernos.

Falta toda una labor pedagógica de explicación de cómo una comunidad Wayúu se convierte en una comunidad energética que podría, incluso, superar los actuales problemas de hambre, de desnutrición, etcétera.

Ese tema queda con un trabajo del Gobierno Nacional, con la propia población en La Guajira.

Del turismo, pues ¡ni hablar! Ojalá las líneas aéreas: Portugal, Colombia, las posibilidades de empresariados que puedan abrir campos de nuevo turismo en el país. Allá son una potencia. Que nos pueda construir una sinergia con un pueblo que siempre ha sido progresista, que fueron capaces de tumbar una dictadura. Un Ejército que fue capaz de aliarse con el pueblo para hacer una revolución.

Y que a partir de ahí comenzó una construcción democrática al interior ya, de la Unión Europea que hace que ese pueblo, ojalá, se acerque mucho al pueblo colombiano.

A la Embajadora de Colombia ante el Gobierno de Ecuador, el país hermano y vecino. Allá obviamente estamos viendo desde aquí procesos políticos, un tanto complejos. Con el actual Presidente (Guillermo) Lasso hemos tenido una buena amistad. No podemos intervenir en la actividad política interna de ese país, obviamente, tendremos que ser observadores.

Ojalá se desarrolle de la mejor manera posible, siempre rescatando el principio del proyecto democrático que ha sido tan común para Colombia como para el Ecuador. Siendo usted nariñense y estando allá asentados los vientos del sur, todos progresistas, yo creo que usted es la mejor Embajadora que podemos tener en esa República.

Recordemos siempre que ha sido desde este Palacio, los que se han sentado en las oficinas, quienes nunca han visto hacia el sur. El sur es invisible aquí. Han visto el norte, eso sí, y mucho, pero al sur nada.

Por eso una simple falla geológica fue capaz de acabar toda la comunicación; no solamente de esta ciudad con Nariño sino con todo el sur del continente y eso indica el grado de invisibilidad del sur -todo, no solamente de Nariño o del Cauca, sino de ahí hasta la Patagonia- y, por tanto, la construcción no sólo física sino cultural y política entre Nariño y Ecuador, es también la construcción de Colombia con su continente.

Porque nosotros somos parte de América del Sur y se nos olvida. Y, en esa medida, la carretera que hemos prometido doble calzada y todas estas labores de emergencia que hemos realizado, y que han salido bien como obras de urgencia, tienen una salida definitiva que es la doble calzada, que pasa lejos de la falla geológica, que debe garantizarnos una permanencia en las comunicaciones.

Ojalá lográramos que la carretera que va por el litoral, entre Tumaco y Ecuador, que está hecha pero que necesita que se pongan las aduanas, las rentas del lado ecuatoriano, del lado nuestro. Ese es un acuerdo. Que (las autoridades ecuatorianas) hayan sido temerosas -no sin razón-, pues la violencia en Ecuador ahora es mayor que en Colombia; un fenómeno que tiene que ver con las nuevas circunstancias del narcotráfico. Cada vez es menos colombiano.

 

 

 

Obviamente siento un tema americano. Esta conferencia Latinoamericana que hemos propuesto sobre drogas ilícitas, que queremos que se haga en Bogotá, y que fue aceptada por el Presidente mexicano (Andrés Manuel López Obrador) necesita de una labor diplomática por parte de la Cancillería.

Hay que hablar con los cancilleres, hay que poner el tema en discusión, hay que reunir a los expertos en una primera conferencia. Esos son los tiempos. Si no se empieza, se nos va volviendo ilusorio el que América Latina y el Caribe puedan tener una posición unificada y nueva alrededor de una política antidrogas, que no necesariamente es la que actualmente rige porque no sirve. Y Ecuador es un ejemplo de por qué no sirve, fuera del que ya hemos sufrido nosotros los colombianos.

Claro. Allá han tenido temor de que si se abre esa carretera pasa el narcotráfico. El narcotráfico está pasando, lo que no está pasando es la gente. Si la gente pasara de un lado al otro, habría más defensas para luchar contra el narcotráfico. (...) entonces, ese es el objetivo. Ojaló lo podamos conquistar, lo que sería muy importante para Tumaco.

Tumaco demostró, con lo invisible que estaba, su importancia alrededor de la emergencia: fue por allí que Nariño se comunicó con Colombia, fue por allí por donde entraron los combustibles. Ese ya no es un tema de la Embajada, pero creo que esa línea de tránsito de los combustibles debería mantenerse.

No por la carretera, ese es un problema político; el puerto de Tumaco y esta carretera, si se abriera hacia el Ecuador, adquiriría cada vez más importancia, mucha más importancia.

Señor embajador de Colombia ante la República Dominicana, Darío Villamizar: yo acabo de venir de allá, pues allá se realizó la Cumbre Iberoamericana, logré hablar con su Presidente, nunca había ido. Hace parte del Caribe, pero del lado de lengua española.

Creo que nuestros embajadores -menciono aquí a nuestra Embajadora de Colombia ante el Gobierno de Jamaica; a nuestro Embajador de Colombia ante el Gobierno de Trinidad y Tobago -no sé exactamente Guyana cómo está representada en nuestro país- pero debemos tener una Embajada en Guyana, por la importancia que va a tener.

Aquí tenemos una estrategia: prometimos en campaña que todas las embajadas en las islas caribeña y en los territorios caribeños anglófonos serían de población raizal. Y eso ¡lo estamos cumpliendo! Ustedes ya son parte, ya lo venimos haciendo. Son parte de ese esfuerzo.

La Vicecanciller es raizal ¿cuál es el objetivo? Un primer objetivo es que todas estas comunidades y naciones ubicadas en el Caribe, de habla inglesa -en las cuales nuestra isla de San Andrés y Providencia hace parte-, es un solo pueblo, es una cultura que hace parte de Colombia; pero que también hace parte de otras naciones, que nos gustaría que se confederara. No sé si eso ya existe, que fuesen un pueblo supranacional de cara a tener derechos en el Caribe.

Uno de tantos, la pesca. Entonces, es una estrategia diferente de nuestro Gobierno que pasa un poco más allá de los escenarios donde hemos fracasado, como el Tribunal de la Haya, etcétera, pero creo que el fracaso bogotano ante esos tribunales de justicia no debe ser el fracaso sanandresano.

Aquí también en Bogotá, igual como sucede en el sur, tampoco se mira el Caribe; es invisible, porque ésta sigue siendo una sede de la Colonia. Creo que la población raizal debe hacer su propio esfuerzo diplomático de cara a recuperar los derechos de pesca de la población sanandresana, pero en medio de un tratado internacional, en medio de un reconocimiento mundial de que allí existe una población con culturas específicas, que tiene su raíz en la esclavitud, en ese hecho tan oprobioso de traer a la fuerza de África.

Que tiene su raíz en esa competencia europea por las riquezas de América, que trajo los llamados piratas, les llamaban los españoles, pero eran realmente los ingleses. Que tiene la raíz, entonces, en una construcción de base en la liberación allá. Al lado de República Dominicana está Haití donde hemos nombrado cónsul a una ex compañera nuestra, que fue donde nació la libertad en América y fue donde nació nuestro apoyo para que fuéramos independientes.

Y, en general, allí nació toda una lucha por la libertad e Independencia que, en el caso de los pueblos anglófonos, hay que reivindicar; y en el caso de Haití, nosotros tenemos que acercarnos a ver cómo ayudamos porque gente colombiana, entrenada en Colombia, con dineros públicos colombianos, asesinó al Presidente de Haití.

Entonces, esa es un poco la estrategia: cómo logramos que esa identidad cultural étnica florezca. Algunas son naciones, como Jamaica, Trinidad y Tobago, Granada, pero otras son comunidades dentro de naciones más plurales como Nicaragua, como Colombia.

Pero el fracaso bogotano no debe ser el fracaso raizal y por eso ustedes, que son miembros de la comunidad raizal -tengo entendido-, tienen esa misión de llevar a San Andrés hacía un relacionamiento caribeño en su propia comunidad, para que San Andrés sea un centro.

Se está incumpliendo la promesa. Dijimos que tenía que ser un centro en salud, que tenía que ser un centro educativo de alta calidad. Ministro del Interior para que le diga a la Ministra de Educación: eso significa una universidad políglota porque el Caribe es políglota, allí hay holandés, allí hay creolés, allí hay francés, hay español, hay inglés…

Pero eso hace que una universidad de alta calidad, similar a la que existe en Jamaica, pero en San Andrés, que mire al mundo desde el Caribe y la ciencia desde el Caribe, sería una forma de reivindicar realmente nuestra soberanía sobre San Andrés. Porque lo demás es imposición; es incluso, invasión.

Ahora que San Andrés se puso de moda en los medios de comunicación por el tema de las aerolíneas estafadoras, y que le golpeó, obviamente, económicamente hay que reivindicar cuál es nuestro proyecto alrededor de San Andrés y Providencia y el papel que queremos darle como centro cultural y político en el Caribe.

Y, entonces, aquí completamos nuestra visión alrededor de las naciones a las cuales ustedes nos van a representar y la estrategia que quisiéramos que se desarrollara, siempre en términos de paz, de amistad entre los pueblos, como ordena la Constitución; de no intervención en sus asuntos internos y de una Colombia que se pueda abrir al mundo.

Porque, entonces, cómo nos vamos a volver una potencia mundial de la vida. Mundial significa mundo. Dejar de estar encerrado entre estas montañas y mirar con mucha profundidad pasional, científica y cultural hacia el mundo.

Gracias. Muy amables.

(Fin/mgm/agp/mg/eph/gbf/cs)